lunes, 27 de junio de 2011

PESCADERA TIMADORA Y CLIENTE AVISPADA

09-Junio-2011

Hoy entré por vez primera en una pescadería
Y miro si me interesa, el género que exponía;
Veo precios más bien altos, y aspecto muy exquisito
Por eso aunque sea más caro, decido y hago el pedido.

La pescadera sonriente me “cameló” en demasía
Se mostraba tan amable, que resbalosa se hacía
Quiso tangarme en el peso y me di cuenta enseguida
Advierto de mi advertencia y la mujer muy altiva
Pide disculpas por tonta, cuando de tonta nada tenía.

Se las ingenió muy cuca, para lograr su objetivo
Pesó el pescado en su peso, pero el precio había subido
Me hago la tonta y repito que la cuenta no está bien
Vuelve a pedirme disculpas, y yo, no he nacido ayer.

Ya desconfiando me empeño en mirar que precio y peso
Sea real, no más alto, y noto que muy aviesa,
puso su dedo en el plato
Para así pesar más peso y el precio fuera más alto.

Me sonríe vencedora al pedirme importe exacto
Y le digo sonriendo, vuelve otra vez a pesarlo.
No te reirás de mí, aunque una pica sea el fraude
Y no te lo dejo ahí, porque aunque seas cobarde
Ladrona de mostrador,
encima de mí que sepas... encima no quedó nadie.

La sonrisa heló en sus labios, un “Lo siento” o un ¡Me cago…!
Volvió a pesar sin remilgos; pagué precio y peso exacto.
Aunque el género sea bueno y de precio más bien caro,
Por no volver a mirarte no entraré más a comprarlo
Así yo quedé tranquila; y tú perdiendo en el trato.

Que no se gana clientela timando y racaneando
Con falsa sonrisa el peso, mucho más si estoy mirando
Que yo voy con mi dinero donde recibo buen trato
Y no hay para tonterías, no es la crisis este caso;
Que hará cerrar tu negocio Tu mala gestión, tu trato,
Que con esas malas artes, al cliente vas espantando.