viernes, 9 de octubre de 2009

RESPONDO GUSTOSA AMIGA MÍA

Para mi anterior entrada he recibido un comentario que por lo extenso creo merece ser publicado fuera de ese espacio.

Agradezco opiniones, sobre todo si las dejais escritas.

Respondo gustosa, amiga mía, a su retahíla de andar por casa, si bien, son ciertas muchas de sus elucubraciones, no son menos sensatas, las protestas de esa gente, que a usted por lo visto, le cusan bilis y ulcera gástrica.
En su lenguaraz perorata se atreve a tildar de vacías, aquellas voces que claman, ¿quien le otorgó la verdad absoluta, en esta u otras hazañas? No me sirven reproches o comparanzas baratas, ni sacar de contexto el tema enarbolando los males que a la sociedad desangran, la “fiesta de los toros” señora mía, es una cruel matanza, menuda enseñanza para esos jóvenes que tanto defiende en su plática, divertirse con la sangre y el sufrimiento de cualquier criatura, ¿no es acaso un acto de salvajismo, que ninguna ilustración entraña? Por otro lado ¿quien le dijo que aquellos defensores, no defiendan también otras causas?
El respeto al pensamiento ajeno, es asignatura que usted aprobó con nota baja.
Permítame una reflexión, sobre sus aseveraciones partidarias,
Según usted, hemos de venerar las tradiciones arcanas, pues bien, teniendo en cuenta esa premisa regresemos, por ejemplo, a la inquisición y sus prácticas sacrosantas, y por que no, reinstauremos el derecho de pernada y observando escrupulosamente las ancestrales usanzas, volvamos a las cavernas a pintar bisontes atravesados por lanzas.
En mi humilde opinión, que cada quien elija sus campañas, sin lanzar insultos u ofensas hacia el que piensa de forma contraria, a usted le gustan los toros, a ellos levantar pancartas, hay que emplear la cordura omitiendo agravios y bravatas, que si nos decimos “racionales”, hemos de poner esa condición en practica, por encima de disputas reside una merced que se llama tolerancia.
En cuestión de opiniones, nadie ostenta ventaja
ya sabe, a los hombres les gustan las mujeres, y a los toros… las vacas.
(Firmado por Conchi de la Horra)

Es evidente amiga mía que respondes gustosa, porque agusto te has quedado, seguramente sin darte cuenta que tenemos muchas cosas en común: yo no tolero a esas personas que olisquean en causas ajenas quizás por ociosas, quizás por fanáticas y tú eres tan intolerante con mi opinión, como lo soy con la tuya.

Das la vuelta por completo a todo lo que digo; gracias por tan atenta lectura a mi humilde opinión. Me dispongo a hacer lo mismo con tu sarcasmo.

Siento que mi ¿poesía?... “rima”…dejémoslo en opinión, te parezca retahíla de andar por casa o lenguaraz perorata y no crítica a quien critica… una vez más, otra cosa en común contigo: tienes una opinión y yo también tengo una opinión, (aunque yo intente en mis escritos poner bien los puntos, las comas, los acentos, los espacios y los interlineados para que sea legible lo que escribo permitiendo al lector respirar y hasta descifrar sencillamente lo que lee e incluso corregir las múltiples faltas ortográficas que cometo).

En cuanto a bilis y ulceras, afortunadamente jamás tuve problemas con mi estómago, lo que quiere decir, que de momento, -salvo algún antibiótico- nada me ha causado ese malestar que me atribuyes. ¿He de entender por tanto que es invento tuyo que me cause semejante dolencia la “sensatez” de “esa gente” como tú misma indicas? ¿He afirmado tener la verdad absoluta, ni en esta ni en ninguna otra hazaña? Por tu comentario pareces creer tenerla, y eso si es insensato amiga mía.

Eres tajante –pues esgrimes la misma intolerancia que denuncias- al decir que “no te sirven reproches o comparanzas baratas”, por tanto diga lo que diga de antemano sabré que desestimarás sea cual sea mi palabra.

¿Alguien te dijo que esos defensores, sí defienden otras causas? Una vez más tenemos algo en común. Dejemos esta pelea en tablas, puesto que ninguna de las dos podremos demostrar con estadísticas quien está en lo cierto.

Si te das cuenta, en el respeto al pensamiento ajeno, tenemos idéntica nota, aunque pasé del aprobado en delicadeza y diplomacia cuando se trata de no herir a quien verdaderamente me importa, suavizando lo que opino si fuera desfavorable para los sentimientos o callando si con ello evito que se malinterprete mi buena intención, quizás tan errónea como mi opinión.

Me gustan no obstante las críticas constructivas que se hagan sobre mí, porque de ellas aprenderé más que de los falsos halagos.

Te permito no una, todas las reflexiones partidarias que quieras, pero aquí si seré rotunda: no te permito mentir ni manejar tergiversando lo que escribí o haciéndome aparecer como monstruo o descerebrada por no pensar como tú.

¿De qué manga te sacaste tanto absurdo?... inquisición, sacronosequé, derecho de pernada y volver a las cavernas…
Si como dices, “es tu humilde opinión que cada quien elija sus campañas sin lanzar insultos u ofensas hacia quien piensa de forma contraria”, no entiendo por qué has insultado la mía por ser contraria a la tuya.
Una vez más queda patente que tu crítica hacia mí es tan incisiva como la mía vehemente hacia lo que pienso.

Si el mundo entero no se pone de acuerdo ni en si lo que ven al mismo tiempo es el sol o la luna, ¿me crees tan osada de pensar que todo el mundo aplaudiría mi opinión? Es más, ¿Me crees tan osada de pensar que alguien leería mi humilde opinión? O mejor aún ¿Me crees tan osada?

Como ves, publico íntegro este primer comentario que me envías. Siento que ninguna de las otras crónicas publicadas desde hace más de dos años en mis Blogs hayan merecido idéntico trato, es decir, dejar tu sensata y sincera opinión fuere la que fuere, porque como sabes, siempre te respondo.

Afortunadamente quien bien te quiere te hará llorar y tú me quieres mucho, aunque mi lágrima (metafóricamente) no sea fácil, porque no vivo en nubes etéreas, alcanforados espejismos y trasnochados versos; tengo los pies en el suelo desde hace 52 años y las críticas fortalecen aun más mis ganas de hacer las cosas como las siento, consciente de que no estaré siempre acertada, pero tampoco siempre será errónea mi forma de pensar o actuar. ¿En esto también nos parecemos o como intuyo por tu ahínco en esta y otras críticas que me has “regalado” siempre crees estar en posesión de la verdad? Yo no me creo en posesión de verdades, pero se reconocer mis defectos.

Como bien afirmas: “En cuestión de opiniones, nadie ostenta ventaja”, a lo que yo añado: “El que esté libre de culpa tire la primera piedra”.
Me gustaría encontrar una metáfora para decirte que si piensas que esta respuesta es enfado, me conoces menos de lo que crees.

Por cierto: Ya entendí tu pregunta en el apartado de “comentarios”. Esta opinión podrías haberla dejado allí mismo con solo seleccionar el texto que escribiste en Word, copiar y pegar… que es lo que hice yo. Sin cambiar ni una sola de las letras que escribiste.