martes, 1 de mayo de 2018

LO QUE DEJAMOS AL PARTIR


29-04-2018
LO QUE DEJAMOS AL PARTIR

Guardabas con mimo en casa, una vida de ilusiones

Recuerdos que otros traían guardabas en tus cajones

Ropa añeja en porsiacaso, varios armarios tenías,

Ropa pasada de moda que ya jamás te pondrías.

 

Enseres y cachivaches en baúles y en armarios

Cosas que a veces mirabas, y limpiabas a diario.

Papeles que hay que guardar, documentos atrasados

Cartas de alcanfor y risas, letras de rencor y llantos.

Recuerdos de tiempos mozos también tenías guardados

Recuerdos ya sin memoria, cual tesoro atesorados.

 

Un día te vas para siempre, atrás queda lo vivido

Tus cosas ya no son tuyas; atrás queda lo guardado,

Y ves llorar a tus hijos, sienten que te están fisgando

Y a más les toca sufrir, por todo no conservarlo.

 

¡Esto tiro! ¡Esto lo guardo! ¡Toma esto tú! ¡Esto para regalarlo!

Es ley de vida y tu vida, quedó aquí ya en otras manos.

Cariño al lucir tus joyas, a quien las hayas legado

Cariño en manos vacías, cariño al usar tus platos

Cariño en buenos recuerdos que los malos ya olvidamos.

Todo lo que atesorabas, en amor nos has dejado

Y de una casa completa, sólo una caja chiquita

En otro armario ha quedado.

 

Caja con toda una vida de recuerdos olvidados

A una caja se reduce todo por lo que luchamos

Aunque no hay caja que guarde todo el amor de los años

Que es el amor lo que queda, cuando nos hemos marchado.

No atesores tonterías que otros habrán de tirarlo

Recubiertos del olvido de las cosas materiales

Que al final no nos llevamos.

 

Vive tu vida en amor, atesorando alegrías dentro de tu corazón

Ama a quienes te rodean, lega una vida mejor

Lega en su piel tus abrazos, enseña  a amar con amor

Lega risas e ilusiones, cosas materiales no.

 

No atesores tonterías, cachivaches sin valor

No dejes que un día acabe si hubo enfados o rencor.

Cuenta tus penas al viento y a los tuyos comprensión

Para cuando te recuerden, que sea siempre por amor.

No vale nada una lágrima

Si dejaste como herencia vacío su corazón

No vale nada una vida, ni en una tumba una flor.

 

La culpa de desencuentros no fue de una, fue de las dos

Perdón te pedí mil veces y en vez de darme perdón,

Reproches y más reproches salían de tu corazón.

No entendías mis por qué, porque no los escuchabas

Y tu enfado era aun mayor; decías que me revelaba.

La forma de defenderme nunca fue por rebeldía

Ni por molestarte a ti, que era lo que siempre creías.

 

Actué con respeto y convicciones, por conquistar tus caricias

No era llevar tu contraria, era porque lo sentía.

Tu razón era muy otra: querías manejar mi vida

Y apartarme más de ti, era lo que conseguías.

 

Hacía lo que tu dictabas siendo adulta y desde niña

Hasta que llegué a cansarme por lo mucho que sufría

Que aunque empeño le pusiera, jamás logré conquistarte,

Y nunca oí de tu boca  lo que  me decía mi padre:

¡Qué orgullo de ti siento hija! Y sin dejar de abrazarme.

 

Con el mundo te mostrabas

Alegre, dicharachera, servicial, fuerte, graciosa…

Y conmigo eras huraña, y hasta incluso rencorosa.

Con todo el mundo bromeabas, y al querer reconquistarte

Nunca aceptabas mis bromas.

 

Te escribí cartas de llanto, rota el alma de dolor

Y otras que jamás leíste, que el fuego se las llevó

Porque quemar mi agonía, pensé que era lo mejor

 Y mejor hubiera sido arreglarlo entre tú y yo

Pero un abismo infinito se había abierto entre las dos

Por compartir nuestras penas con quien más nos traicionó.

 

Repudia a quien con mentiras emborronaba tu calma

A quien empapó con hieles las lágrimas de tu almohada

Quien te provocó sin duelo noches insomnes de rabia

Que entre dolor e impotencia, las lágrimas te cegaban

Enterrando sin remedio lo mucho que yo te amaba.

 

Amor que nunca creíste, dolor que lloré en mi casa.

Amor que decías mío y a otros, no a mí, se lo dabas

No es reproche, que es dolor, lo que aquí vierte mi alma.

Dolor y temblor de miedo al tenerte cara a cara,

Porque intentar abrazarte también me lo reprochabas.

Así de ciega has vivido, por atesorar ceguera

Que embriagaba sentimientos y  palabras.

 

Te dije en tu último aliento:

¡Tiempo habrá! ¡Tiempo y templanza!

Y una noche conversamos mirándonos cara a alma

Me diste paz, te di amores y esta vez me lo aceptabas

Te fuiste envuelta en ternura, quedé envuelta en esperanza.

 

Ahora sé que entre tú y yo, ya no hay abismo ni lágrimas

Ésta es la única razón de que esté escrita esta carta.

Con pluma de corazón, con la tinta que es mi sangre

Y entre tú y yo, nuestro amor

Que siempre hubo entre hija y madre

Hoy me das la aprobación de estas cadenas quitarme,

Tú descansas madre en paz, yo en paz voy a recordarte

Sabiendo que entre las dos, no va a interponerse nadie.

 

Ya da igual si alguien no entiende éstos sentimientos míos,

Si se sienten mal al leerlos, mucho peor es sentirlo.

Ahora que tengo la fuerza, poder al fin escribirlos.

Desnudar mis sentimientos, cuando ya me da lo mismo,

No miraré tu mirada, ni perderé tu cariño,

Ni sufrirás al leerme, desnuda estás de egoísmos,

De sentimientos malsanos, ni influenciada en cinismos

Por fin tú y yo sin reproches, sin sentimientos ambiguos

Libre al fin cuando te digo: cada quien siente y yo siento

Que no entienda quien no siente, todo lo que yo he sentido.

 

Atesoro en amor esa noche con te quieros de añoranza

Y en mi armario tus cachivaches, guardados en una caja.