domingo, 30 de noviembre de 2008

PRÓLOGO DE MI NOVELA "EL MARCAPÁGINAS"


PRÓLOGO

 Quizás todos llevamos dentro una vocación que ni sabemos que poseemos y por tanto no tenemos consciencia de necesitar que fluya. Los cauces para descubrirlo son tan extraños como casuales.

En mi  caso la vocación de escritora nació en el año 1977 cuando me encontraba embarazada de mi primera hija; Laura. Ella me inspiró y para ella fueron mis primeros versos.

Pese a no haber leído nunca poesía, casi sin darme cuenta a esos primeros versos le siguieron otros muchos, que escritos más con el corazón que con la pluma,  crecieron hasta recopilar los suficientes para publicar mi primer libro de poesías “De mí para vosotros” en 1986.

Desde hace veintidós años, colaboro con el ayuntamiento de Alaejos; mi pueblo natal, recitando mis propias poesías en el certamen literario que se celebra en el mes de septiembre con motivo de las fiestas de la Casita.

Quizás esa participación hizo que aquel primer libro de poesías -pese a su pobre presentación y escasa calidad literaria-, obtuviera una buena acogida, puesto que casi vendí los trescientos ejemplares que hice en única tirada.

     Recientemente; en Diciembre de 2006, he puesto a la venta mi segundo libro de poesía titulado “Ramillete”, el cual ya va por su segunda edición.

     Aun más casual, fue mi vocación de escribir en prosa de forma  fluida y muy placentera para mí y al parecer para algunos de mis lectores, que cada vez son más y más fieles. A ellos también les debo la ilusión de escribir e intentar superarme; que no siempre es fácil, ni siempre se tiene el mejor ánimo para hacerlo.

Naturalmente me he sentido muy querida y arropada emocionalmente por mi marido y mis hijas cuando lo he necesitado.

Jose es el ser maravilloso que cada mujer querría tener a su lado como compañero de viaje. Cada día me demuestra lo mucho que me quiere, aunque yo quisiera además, alguna vez oírlo de sus labios. Esos labios que sigo besando con la misma pasión del primer día. Te quiero mi vida. Nuestras hijas y tú sois lo mejor que me ha podido pasar en la vida.

Quise casarme joven y tener enseguida a mis hijas para que cuando crecieran pudieran ser mis mejores amigas.

Así fue, ellas son mi bastón, mi brújula y el casco que amortigua los golpes que voy recibiendo.

He intentado ser feliz consciente de que la felicidad no hay que buscarla fuera.

La felicidad es algo que “fabricamos” dentro de nosotros y debemos repartir entre los que nos rodean para tener la vida lo más confortablemente posible.

A nadie se le escapa que las circunstancias no siempre nos permiten tener la “fabrica” a pleno rendimiento, pero hay que intentar superar los obstáculos que vayan apareciendo a lo largo de nuestra vida.

Capturar los buenos momentos y disfrutarlos hasta el último segundo.

Intentar superar las adversidades que vayan surgiendo, aunque a veces es muy doloroso mirar al frente dejando atrás ese amigo al que acabamos de perder.

La vida no siempre es grata; enfermedades, falta de trabajo... y sobre todo la partida de familiares, amigos y conocidos que colapsan en mayor o menor medida nuestra mente y nos hace incapaces de reaccionar hasta que con el tiempo que “todo lo cura”, el dolor se mitiga y podemos seguir caminando y repartiendo esa felicidad que se nos había escapado temporalmente.

Hasta el día de hoy, he conseguido levantarme tras las caídas, erguirme tras los tropezones y seguir caminando aunque el dolor en cada paso a veces deje signos de “evidente cojera”.

Nadie mejor que mis hijas saben que en muchas ocasiones me he sentido al borde del abismo.

Es doloroso escalar hasta casi tocar la cima y cuando  estás a punto de alcanzarla, te ponen la zancadilla, resbalas y caes estrepitosamente al suelo.

Es muy difícil aferrarse de nuevo al arnés para intentarlo con más fuerza, pero si además en la caída vas perdiendo el piolet, la cuerda y los anclajes, entonces hay que tomar una ruta alternativa que permita seguir ascendiendo por la ladera para no quedarse atrás, mirando como otros consiguen coronar la cima que a ti se te niega.

Intentarlo sin material adecuado sería un suicidio, quedarse atrás, una derrota y luchar con lo que tienes a tu alcance, valentía y la única forma de victoria.

Cuando perdí mi arnés, decidí que no me quedaría en el recodo a mitad de mi camino, esperando lo que tuviera que llegar tarde o temprano.

No me gustaba lo que el destino me ofrecía y compadecerme de mi misma no era la mejor solución.

Para no hacer sufrir a mis hijas y a mi marido, a ellos les ponía la mejor sonrisa que era capaz, aunque por las noches, al quedarme a solas, me desahogaba llorando.

     Una mañana mi hija Laura llegó a casa y me entregó un pequeño paquete. Era un marcapáginas de plata con la luna y una estrella.

Dijo algo que me hizo reaccionar: “Mamá no estás sola, no llores a solas. Mejor es que no llores, pero si necesitas hacerlo lo haremos juntas”.

Entonces comprendí que lo que no quería para ellas tampoco lo quería para mí.

Tiempo atrás había comenzado a escribir esta, mi primera novela. A inventarme otras vidas para ocupar mi mente en algo bonito y aún no tenía título. Aquel día decidí que sería: “El Marcapáginas” y le hice tan protagonista en el desenlace de la trama, como a cualquiera de los otros personajes.

Llegué a sentir a estos personajes tan parte de mi, que al terminarla era como dejar de convivir con alguien muy querido, pero conseguí mi objetivo.

Olvidé mi “mala suerte” al ver que “gracias” a ese contratiempo, logré escribir una historia que gustó a las pocas personas que la leyeron y me animaron a que ahora vea la luz.

Hoy sigo mi caminar lento, pero segura de poder apoyarme en quienes me acompañan.

A mis hijas lego lo escrito. Sin ellas nada tendría sentido. A mi marido siempre le agradeceré haber compartido su vida conmigo… aunque todo podría ser mejorable.

A mis lectores; gracias. Ojala sigáis deseando leerme, porque también mi deseo es seguir escribiendo para todos vosotros.

 

Marisa Pérez Muñoz… en Valladolid a junio de 2007

jueves, 27 de noviembre de 2008

TRECE AÑOS DE CLUB CICLOTURISTA

Octubre-2008

Trece años que fue fundado, en Alaejos se asienta,
un club cultural ciclista, de amistad y gente honesta,
que organiza excursiones, además de ser escuela,
carreras, marchas y encuentros, pa conocer nuestra tierra.

Cuando no hay competición, apunto la bicicleta,
en pelotón los ciclistas van rodando vuelta y vuelta,
sin reto para ganar, ni prisa para la meta,
mientras los excursionistas, en autocar o pie a tierra,
disfrutamos del paisaje, la compañía y la merienda.

Todos los itinerarios fluyen con gozo y relajo.
Hoy voy a explicar algunos de los vividos este año;
ya veréis que en un momento, os pongo los dientes largos,
y para el próximo evento os gustará acompañarnos
a lugares tan bonitos de esta España que habitamos.

Se nos torcieron “Las Tuerces” con mil demonios de frío.
Nieblas, nieves y lloviznas, mucho airón y hasta granizo;
todo junto y no revuelto durante aquel día nos hizo.
Se extravió un senderista, Gerardo sufrió un suplicio
y hasta cayó de la bici para encontrar el camino.

En el día de la bici, suelo acudir a la cita,
pero este año me quedé con pena y gran desencanto
por no subir a la ermita, en aquel 11 de mayo,
porque llovió con gran fuerza y hacía un frío “do carallo”.
Aunque un rato bien recuerdo que el sol sí lució aquel día,
para celebrar con gozo, la Comunión de María.

La excursión de hotel y playas, a Asturias fue este verano.
En “El Gaitero” y su gaita, rica sidra degustamos.
Vimos en roca talladas huellas de cien dinosaurios.
Y Teodoro, amablemente, luego en terraza sentados
a tomar sidra escanciada nos invitó por su santo.

Con calor de mes de agosto nos comimos la paella,
y en el museo del encaje dejamos la boca abierta
al ver joyas tan valiosas, que nos mostró la encajera.

No pude en el mes de agosto ir a San Román de Hornija
pues tuve razón de peso: que el treinta casó mi hija.

Las Quilamas, en octubre, fueron el broche de oro
de la cultura, el deporte, y excursiones dos mil ocho.

Ya sólo queda la cena, que es por Navidad cada año,
para brindar como amigos que salió todo “rodado”.

Si por todas estas cosas en ser socio estás pensando
no lo dudes ni un segundo, hazte socio que es barato
y las rutas dos mil nueve Gerardo está preparando.

lunes, 24 de noviembre de 2008

INTRODUCCIÓN DE MI LIBRO “RAMILLETE”

Voy a poner en vuestras manos un "Ramillete" con algunas de las poesías escritas por mí durante estos últimos 30 años.

Es un libro de tirada restringida sólo para personas con la suficiente sensibilidad como para entender que no siendo escritora ni teniendo ningún estudio, me atrevo a escribir lo que pienso y quiero, sin pretender que mi libro pueda optar a ningún premio literario.

Muchas de mis poesías están dedicadas a personas, lugares y situaciones conocidas o vividas por mi, otras muchas están inspiradas en vidas que no son la mía. Pensando en alguna situación que en su momento me gustó poner en un papel y luego incluir en este libro. Simples productos de mi fantasía. Esa fantasía que las personas tenemos y no todas quieren plasmar.

Veréis que soy una persona muy sensible, que mi genio es sólo una coraza para intentar protegerme del mundo en el que me ha tocado vivir.

Los que me habéis tratado un poco más; con los que he compartido buenos y malos momentos, para vosotros es especialmente este trocito de mi vida.

Deseo también que os gusten y disfrutéis al leerlas tanto como yo al escribirlas.

Sólo esperé de la vida lo que me dio.
Ahora espero que no me lo quite.