lunes, 18 de mayo de 2020

DE PANDEMIAS, CONFINAMIENTOS Y NUEVA NORMALIDAD


18-05-2020
DE PANDEMIAS, CONFINAMIENTOS Y NUEVA NORMALIDAD

Ha invadido todo el mundo una pandemia alocada
Pero en vez de una vacuna, que sirva para atajarla
Hasta  encontrar una cura, inventan nuevas palabras.
Una fue confinamiento, tras el estado de alarma,
Que nos obligó a quedarnos cerrados en las moradas.
Y todos muy obedientes, más por miedo que por ganas,
Quedamos encerraditos ¡bueno, los que se quede quedaran!
Porque muchos se saltaron el aislamiento a esgalla,
Sin darse cuenta que el virus, venía pegando tralla.
Hubo contagios y muertes, de una forma que aterraba.
Lavarse muy bien las manos, que el jabón lo asusta y mata,
Pues si es tan fácil matarlo, a usar jabón a mansalva,
Pero el bicho no se muere, se ríe en nuestra propia cara,
Y estamos haciendo pruebas por ver si el virus se cansa.
Dejan salir poco a poco, en fases de desescalada,
Que son las fases parece, pa salir en desbandada,
A hacer deporte y paseos, lo que sea, con tal de huir de sus casas.
Preguntas cómo me encuentro, yo, aquí sigo, confinada,
Aunque digan que se puede, la verdad no entiendo nada,
Si el bicho sigue en la calle, ¿qué hace mi calle atestada?
La nueva normalidad, dicen y en verdad me alarma,
¿Cuánto estrujó el intelecto? ¿Quién buscó para encontrarla?
Un aplauso y un requiebro, un bostezo, una alharaca,  
Tengo la cabeza loca con tantas nuevas palabras.
También se usa asintomático, es nueva, y no es patraña,
Rima ahora tú, asintomático, si tienes salero ¡guapa!
Vamos a seguir la historia, de normas, salidas, pautas.  
Con tanto horario imposible, según la edad, no las ganas,
Saldrás aunque no te guste, de 8 a 10 de la mañana,
Aunque prefieras quedarte bien calentito, un rato más en la cama.
Los niños también pasean, una horita bien marcada,
De la mano de un sólo padre, con un hermano o hermana,
Sin jugar con otros niños, que los parques tienen las puertas cerradas.
Ni jugar con amiguitos, aunque se encuentren en sus paseos de cara.
Pueden ver a otros abuelos, que estén cerca de su área,
Pero a casa de su abuela, no pueden ir a abrazarla,
Porque hay que estar distanciados, distancia social lo llaman,
Y muchos se pasan las normas, por el forro de su flauta,
Que la nueva normativa se inventó para  saltársela,
Saliendo aunque sea a deshora porque van a la farmacia
Única tienda de siempre, que nunca encuentran cerrada
Un chupete, una aspirina, nuestra  farmacia de guardia
Que alivia y cura dolores, los de muelas, los de espalda,
Y ponen una sonrisa al pesado que los usó con falacias,
Con la única intención de contar después la hazaña.
O van al supermercado, total a no comprar ni agua,
Y al suelo tiran los guantes, mascarillas, y el barrendero de guardia,
Dejando las ciudades impolutas, para matar al virus que nos contagia
Mientras cuatro desalmados hacen fiestas a sus anchas,
Se ríen de todo el mundo que hicimos lo que nos mandan.
Los que están en fase uno, ya están tocando las palmas,
Aun no se pueden bañar, porque han cerrado las playas,
Pero ya está permitido, sentarse en una terraza,
A tomar la cervecita en receta, como terapia,
Como si en su casa en meses, no hubieran podido tomársela.
Abrió la peluquería, que había que cubrir las canas,
Y cortarnos la melena que casi nos arrastraba,
Por si viene otro repunte, que nos encuentre bien guapas.
Otros en grupo se juntan, y forman caceroladas,
Para protestar ahora, que no se puede hacer nada,
Cuando el virus nos mantiene, roto el corazón y el alma,
Cuando el cuerpo pide fiesta y la mente pide calma.
Cumplamos hoy bien las normas, para protestar mañana,
Como protestará el mundo, que el mal no es sólo de España,
El día que el virus muera, ondeará victoriosa mi bandera roja y gualda,
Sonriendo a esas miles de personas, que han escondido sus lágrimas,
A las 8 de la tarde aplaudiendo en las ventanas.
Aplausos que ayer cesaron, mientras las gentes paseaban,
Al tiempo que sanitarios, no se apartan de esas camas,
Donde los enfermos sufren, soñando un nuevo mañana.
El cariño sigue vivo, la solidaridad tenemos quizás aparcada,
Por si hubiera otro repunte, que el corona no se cansa,
Ha venido para quedarse, nos advierte la autoridad sanitaria.
Hasta que exista una cura, que van con prisa y sin pausa,
La investigación no cesa, en su empeño de encontrarla,
Para salvar a este mundo, de esta pandemia malsana,
Que en pleno siglo veintiuno logró que el mundo parara,
Porque la naturaleza, esa que siempre es tan sabia,
Por nuestras malas acciones, del humano se quejaba,
Mandando un virus maligno, que nos enferma y nos mata.
Traidora naturaleza, no sabía que eras tan mala,
Tan rebelde y vengativa, para toda la raza humana,
Sin diferenciar culpables, todos a una nos machacas,
Enviándonos maldiciones, como aquellas siete plagas.
Cerraron muchos negocios, trabajos, empresas varias,
Y si las tiendas no abren, no hay quien se compre unas bragas,
Voy terminando esta historia, que me encuentro mareada,
Al recordar con tristeza que nos rodea esta infamia,
Ha venido a mi memoria buscando nuevas palabras,
Que rimen, estén bonitas y mis lectores aplaudan.