miércoles, 25 de marzo de 2009

HISTORIAS COTIDIANAS


Recordemos que terminé mi respuesta con un "FELIZ DÍA LOCA" y "Dama Lacón- Chi" respondió...

Para llamarme loca habrás de tener buenos motivos, a una señora como YO mujer de su casa, sierva dócil y despabilada, dispuesta al halago, la caricia sin estragos, prudente y recatada, que ronca sola en su almohada, prepara guisos con fundamento ,,,
¡Un momento! Ya me vale la guasa, pongo carne fresca en la brasa y seguimos departiendo.

HISTORIAS COTIDIANAS

Iba esta tarde de compras y recados, caminaba contenta con mi dinero bien gastado, cansada de la juerga y el derroche pensé coger un taxi, pues iba haciéndose la noche
en estas me hallaba cuando asoma el bus que para justo detrás de mi morada, solidaria con el medio ambiente y teniendo en cuenta mi bolsillo casi inerte, me sitúo en la parada, subo, lanzo una mirada, y al fondo descubro una plaza de sentada, suerte la mía, pues en el asiento de al lado una joven bonita y bien trajeada sienta sus reales como si de tal se tratara, saludo me acomodo y aspiro los efluvios “Ágata Ruiz de la Prada”, ella como diosa romana, altiva, segura, lejana, la vista fija en la calzada ignora el saludo, por lo visto de educación la moza no anda sobrada.
Más al cabo de un momento un perfume virulento envuelve pertinaz la estancia, observo a la joven que roja como la grana mira obstinada al techo a punto de estallarle la cara. Entre divertida y fastidiada contemplo el sudor de la diosa aventada, constreñida, avergonzada expulsada de la grada, pedorreando como vulgar humana.
Atufada y mareada, tratando de contener la arcada, me levanto, abandono sus “encantos” Y me bato en retirada.
Aquella muchacha “divina” Que vestía de marca hasta la ropa fina, Cual mofeta apestaba. Y es cuando el aire aprieta el vientre, no hay sayal que diferencie al rico del indigente,
Y colorin colorada que bien le vino a la mal educada, pretenciosa y crecida chavala, una dosis de humildad, que a todos conviene recordar que por bueno que sea el hábito un buen monje no ha de dar.

No es invención el sucedido, y como estudiosa del pedo no me resisto a meter el dedo, la pluma y el lapicero en historia tan veraz. Si usted imagina la escena con la divina, espero se miccione con el carcajeo, con ese ánimo y no otro la adjunto y se la entrego, acompañada de mil besos tres ensaimadas y poco mas


HASTA OTRA BRUJA


La respuesta no se hizo esperar y fue esta...

No quise decirte loca al final de mis escritos. Lancé guante caballero para que no se extinguieran estos lances tan bonitos y aunque puse “feliz día loca”, decir quise: “a ti te toca”, seguir con estos refritos, estas rimas, estos cuentos, que dos damas empezamos y se sumó un caballero a rimar aquestas trovas, exponiendo pensamientos, con halagos, con pedradas, con el deporte contento de estrujar nuestras neuronas mostrando los sentimientos, desnudos; no en nuestros cuerpos, orondos o despeinados, de cerebros bien dotados, que al fin, es lo único cierto.

No dudo que sierva dócil, buen mujer de tu casa, despierta, despabilada en halagos lisonjeros, pues prudente, recatada, permíteme roncadora, que dude en aquesta hora lo guises con fundamento.

Mas, respóndote presta a tus “Historias cotidianas…”

Léolas, y partida de la risa, imagino, situación comprometida; en el público transporte de una joven, que por mucho que de seda vistiese su mortal cuerpo, mona fue, que perfumara su aliento, su cara y hasta el sobaco, pero olvidó en el intento, de sentirse la más bella, la más fina y deseada, que al igual que los más feos, o los más desaliñados, su culo tiene boquete por el que se van los flatos.

Al abandonar tu asiento, mareada y con arcadas, olvidaste despedirte con sonrisa inquisidora, ni dijiste a la pedorra: “salud, que sea buen provecho”, pero no mires al techo, que el hedor viene de abajo. Cuídate la retaguardia, ve a una farmacia de guardia y pide pal gas remedio, o volarás como un globo, mofeta pútrida y fétida, que aunque quieras maquillar, con De la Prada el perfume que expeles en este asiento, eres pedorra, cacosa, casposa y con mal aliento. Pija, sosa, fea… ¡¡un tormento!!
Por eso en este momento, te demuestro educación y grito con alegría: ¡¡La del pedo fue esta tía, no creáis que he sido yo!!
Y ahora me carcajeo, de la pija, de su peo… espera, que ya me fijo; otro guante me has lanzado, pues pone bruja al final, pero ahora me viene mal; ya contestaré a tu escrito.

Trovador; mi caballero, mándote la carta presto porque presto la contestes y así cerrar de momento este círculo de amores, del trío, que con gran contento, formamos de escribidores.

La Dama de las letras… de Cambio

Es evidente que continuará...

martes, 17 de marzo de 2009

JUGLARÍN EXTREMEÑO



Sabedora del gusto por estos ripios, envié a mi buen amigo Lolo -hermano por cariño- los cuentos de las dos "damas" y decidió unirse al grupo firmando como "Juglarín Extremeño".


Aquí lo que él escribió por primera vez y a continuación mi respuesta.


Salgan, por dios, señoras de sus escritos o de sus alcobas que no es de tamaño, tan ingrato, que dos bellas damas hablen con desdén y desparpajo.

Salgan al sol que brilla, ilumina y da vida. Y que por escribir, y que conste que yo escribo, y me gusta hacerlo, os quiero aunque a una tal H no se de su cara, ni de su alma, pero he escuchado su habla.
Permitirme, señoras, tan pobres palabras ciegas; solo saber quiero, si permitís tales hazañas, en metiéndome en medio de bellas damas.
No es el cuerpo feo, ni es bulto desastroso el jorobado, pues es un alma que vive, que sin forma, siente y padece- y bien que lo hace cuando la gente acomete-.
No es Góngora mejor ni peor que Lope, ni que su amadísimo enemigo, al que dicen Don Quevedo.
Que tiene de malo el “culteranismo”, o en su caso el “conceptualismo” de Quevedo, si de cultura o arte, permitirme señoras, todos estamos hechos.
Es el arte de la palabra, quien escribe o piensa hacerlo, el que traba y complica, como la tal tela de araña; pero es noble la intención de la palabra cuando lleva el alma en la mano y en la pluma. Mas os digo, damas de escritura fácil, que aprecio vuestras firmas y vuestras letras y escritos; sean como sean pues a mi hacen sentimiento; porque dos co…jines de seda, no es de recibo, en una cama de dos damas tan risueñas y alegres, y que por dios, que os lo digo, os reís del mismísimo Obispo.
Cuan disfruto, bellas mías, con las palabras y los libros, y cuan mejor me alegro que seáis -y no de cuentos de literatura- vosotras a quien yo admiro.
Y así, como ya os he dicho, os tengo en mi pluma… ¡por Dios que desatino! y ofreceros tan mala pluma como desperdicio de matadero, que con desparpajo, y permiso, me he atrevido.
Y solo me queda deciros, señoras, a vuestros pies me rindo.
Juglarín Extremeño
A lo que agradecida contesté:
No es osado ni atrevido, a fe, que no entrometido, quien después de haber leído aquello que yo le entrego, contestó con desparpajo, dos coj... ones y un carajo bellos y sabios escritos.

¿A quién no le ha da agradar que le tengan tan en cuenta, que le osen comparar con Góngora, Lope y Quevedo?
¿Qué vedo? que ven mis ojos tamaña desproporción, no hecha con mala intención, me consta que por cariño sea esa tu opinión.

Y por opinar sincero y afilar tu lapicero para dejarlo rodar por el papel con lisonjas, estas damas ¡¡que no monjas!! dan permiso a su merced, pa formar con vos un trío, y aunque suene a desvarío, aceptes la invitación.

No te rindas a los pies; que si huelen te desmayas, pero si vistiendo mayas de juglar con su jubón, que a estas damas pondrá locas, si a más de escribir las tocas... con bandurria una canción.
CONTINUARÁ CON LA RESPUESTA DE DAMA LACÓN-CHI

viernes, 6 de marzo de 2009

DOS Y PICO DE LA MADRUGADA

Continuando con "El cuento de nunca esperar", mi querida amiga: "Dama Lacón-Chi" respondió de esta manera a mi réplica, que también fue rápidamente contestada por "La Dama de las letras... de cambio".

22-11-2007- Dos y pico de la madrugada

Si piensas que con cuatro letras, vas a poder dejarme callada, es que no conoces aún a tu h- hermana, que sepas, señora mía, amiga del alma, el cuento en cuestión no tenía ama, si bien por la respuesta parece te lo adjudicaste de buena gana, ¿quien dijo que podías ser la sufrida y tonta dama?, es mucho suponer, a saber, jamás se me ocurrió maldad tamaña. No te falta verbo fácil y una pizca de mala entraña, que bien esta lo que esta bien, voy a desenredar la maraña.

Querida, la que lloraba era niña, tu, como yo, estás ya tiñendo las canas, en mi caso más que teñir cubro el cartón para que no se enfríen las gracias, que el invierno de pucela congela ideas y quiero las mías templadas.
Mucho me alegra que dure tu dicha de casada, ya es durar treinta años, ¡más que un abrigo de pana! y con tus encantos fue difícil, supongo, apartar a tanto príncipe, rico heredero o magnate de las finanzas, limpia si eres me consta, pulcra y bien aseada, que no tienes abuela también se ve bien a las claras, ni falta hace que solita bien te apañas.

Y digo yo, a que viene tanta explicación, si eres tan amada, tan feliz, tan conforme, tan alegre, tan liviana, tan sencilla, cariñosa, tan leal y buena esposa, tan, tan, tan…y no eres una campana, goza de la vida, no te empeñes en privar al minino de una pata.

No podemos ser todo, bella y bestia, dulce y amarga, el niño en el bautizo y el muerto en la caja, como ves, soy tétrica, fantasiosa de aliento pútrido, vida desordenada tengo joroba prominente, vientre con grasa, dientes postizos, hipermetropía avanzada, soy pedorra compulsiva, quijote sin cusa, necia convencida, aspirante a que me partan la cara, pero oye, tengo unas tetas de filigrana, bonitas duritas, tersas, suaves con la dimensión adecuada, y mi abuela en paz descansa.

Me escojono con la gracia y el humor sandunguero que pones cuando lanzas tus banderillas de fuego.
Que viva tu Juana y muera la pena y escribiendo pararidas no decaiga la faena, si ves que el oxigeno, testarudo, de los pulmones se escapa, pon dos gotas de humor, cuarto y mitad de buena cara, unos gramos de amistad y a sonreír, de eso se trata.

No creo que hayas pensado ni por un momento que eras la protagonista del cuentito, craso error, y malos pensamientos hacia mi persona.

PDT- esta carta ha de ser contestada de no ser así, caerían sobre ti doscientos años de mala suerte y una teja de tolosa, y tantas ensaimadas como leche para mojarlas. Jajajajajaja

Mis cariños y besos con aroma de sano cachondeo

Y ESTÁ FUE LA RÉPLICA EN ESTA OCASIÓN.

22-11-2007--Dos y un poco más de pico de la madrugada.

No pude por un momento pensar que tamaño cuento a mi fuera dedicado, mas contesté gladiadora defendiendo a esa señora que tan gorda habías pintado y no puse en mi persona toda la bondad escrita pensé en una señorita contraria en todo a ese cuadro que pintaste en humor guarro y así quedó tan bonita.

Mi abuela mucho ha que yace y jamás me atrevería a pensar con osadía que valgo la cuarta parte de inventada señorita.
Pero al crear en mi mente con desproporción ladina respuesta para tu cuento casi convierto en tormento lo que pretendió ser risa, pues risa precisamente y carcajada convulsa fue tal al leer la burla que casi inundo el retrete.

Imaginaba tu cara al leer tamaña rima nuevamente en la cocina, nuevamente contestando. A fe que ya estoy dudando quien de las dos pondrá raya, quien tirará la toalla para decir TU HAS GANADO.

Mira qué horas son pelleja; y aquí me tienes de nuevo sacando a mi lapicero punta para contestarte y como el sueño me agota y el pensamiento me abate voy a abatirme a la cama pa mañana contestarte.

Al menos por esta noche, no merezco desventuras, ni mal de ojo, ni hijo cura, ni la teja de Tolosa ni un rato de mala suerte, pues me parece muy fuerte que de no haber respondido, males me hubieran caído por tu genio impertinente. No dudaste amenazar a esta humilde trovadora, tanto como tú pedorra, tanto como tu cobarde, tanto como tu escritora de seriales y lindezas, pues tenemos las cabezas, duras, como duras carnes, que ya ni para cocido siquiera somos usables, pero tenemos la chanza, mil veces más que la panza, gorda de aires de grandeza, puedes tener la certeza, que no lograste enfadarme.

Pero sí, te mando besos, con aroma de buen caldo, pues aunque me llames cardo, se bien que no lo merezco. Y te envío mil cariños, otros tantos achuchones ¡¡¡mira que tiene cojones!!! Desde que te estoy diciendo, que ya me ha rendido el sueño, pero aquí sigo escribiendo sin saber ni lo que digo, que el cerebro como un higo… así se me está poniendo.

Feliz día loca


TAMBIÉN CONTINUARÁ...