lunes, 26 de julio de 2010

ADIOS A CARMELO ER MÁS GADITÁ

No quiero decirte adiós, ni siquiera un hasta luego
porque vamos a ser muchos, los que te echemos de menos
y la vida será un caos sin poder leerte Carmelo.

Sin reir con tus enfados, sin llorar con tu gracejo
y sin leer las historias con tu inconfundible sello
sin saber del carnaval, que aquí aprendí a conocerlo.
y sin saber de este Cádi, al que adoro y reverencio.

Si es triste decir adiós a un amigo y sus consejos
más lo será no leerte, no tropezar con tu texto
entrar en el Blog que ahora, decides dejar desierto.

Siento tu partida rauda, sin un adiós, sin un beso
aunque tu buen emisario –el que te prestó sus dedos-
ha explicado claramente tu motivo y tus deseos.

Leerte fue un placer grato, con tu inconfundible acento
y empaparme en tus historias; tu familia de esperpento
nacida para alegrarnos, fruto insigne de tu ingenio.

Te cansaste viejo amigo, te ha saturado este juego
que alegraba nuestras vidas, con tu identidad de cuento
pues muchos somos, me consta, los cómplices de tu sueño.

Vuelve amigo, no nos dejes, vuelve con vigores nuevos
vuelve con tus picardías, regresa con tu misterio.
Descansa, pues lo mereces, descansa si es tu deseo.
Regresa con mil historias; te espero siempre Carmelo.

Besos.
Marisa