sábado, 18 de septiembre de 2010

MOSCAS SEPTEMBRINAS

Moscas; estas moscas septembrinas,
conscientes de su inminente final
zumban sin piedad ni freno
y yo con gran desconsuelo
no me dejo avasallar.

Me molestan ¡¡Vive dios!!
y mi paleta aguerrida
en golpe seco y certero
las mata de dos en dos.
Me libro de esta molestia,
pues la invasión de la bestia
no merece mi perdón.

Hacen cosquillas sin duelo,
cuando interrumpen su vuelo,
se posan en mi persona y no escucho su clamor.
Ese zumbido incesante para llamar la atención
rompe el silencio tranquilo,
hacen que me ponga en vilo
Y enarbolando el acero,
descargo el golpe certero
que acaba con su canción.

Moscas zumbonas, molestas,
son el terror de las siestas;
cuando leo, inoportunas
advierto con exigencias
si no me dejan tranquila
van a morir como perras.

Por perturbar mi atención
queda aplastada y enjuta
y aunque la díptera es bruta,
más bruta puedo ser yo
por fastidiar, mosca boba y testaruda
el relajo y el descanso
final de mi vacación.

viernes, 17 de septiembre de 2010

LLUVIA EN LA NOCHE

He mirado llover tras mi ventana
veo el agua correr sin rumbo fijo
un reflejo de luz relampagueante
y el sonido de un trueno ya es olvido.

La calle está desierta oliendo a lluvia
la calidez de ayer ahora es frío,
el verano se fue y en este otoño
la risa se tornó en llanto de un niño.

Me gusta ver llover bien guarecida
que el agua no resbale por mi cara
ver golpear con fuerza  los cristales
las gotas al formar mil filigranas.

Ya se aleja la nube embravecida
que descargó con furia inusitada
y se aleja el rumor de aquel sonido
de la lluvia que vi tras mi ventana.