23-08-2009
No será mala intención, pero es costumbre de espanto
si me encuentro con un plasta, me mira de arriba abajo
y me insulta sin decoro cuando voy a saludarlo.
Me dice: ¡te veo gorda! sabiendo que no es halago
sé que tengo mil defectos y los tuyos me los callo.
Te han salido cien arrugas, miles de patas de gallo
varices como melones y el pelo tienes escaso.
Pero mentí al saludarte, dije: "el tiempo no ha pasado"
por ser cortés, educada, y recibir tu cruel pago.
Aprendí bien la lección, llamaré a lo blanco blanco
no diré te veo muy guapa, cuando tu aspecto es de cardo.
Ni diré estás como siempre si te veo muy cambiado
lo hacía por halagarte, no por mentir
que no miento ni rezando
y el mundo no tiene duelo, no enmascara su descaro.
Cuando van a saludarme y me miran de soslayo
no se aguantan y me espetan: ¡Chica! ¡¡Cómo has engordado!!
Que más da si mi gordura, fuera enfermedad ¡Que es caso!
pues mi cuerpo se deforma y se pone como un saco
y otra vez lento te explico, que de comer no me atraco.
Me callo lo que te huelo: lo que te canta el sobaco
cómo te cruje el aliento y conversas que es un asco.
Me dejas como una mierda, igual que una cagarruta
y siempre me voy pensando.
¿Qué yo estoy gorda?... ¡¡Y tú puta!!
6 comentarios:
Se tan respetuoso opinando, como quieres que lo sean contigo.
Siempre me comentaron que había que separar la amistad del amor y yo ilusa, no hice caso.
Ahora me quedé sin amigo.
Hoy es un día en el que quiero zanjar deudas,quiero o mejor pido a aquellas personas a las que le haya hecho daño con mi actitud imbecil y fuera de lugar que me disculpen.
He aprendido la lección.
Me habéis dado fuerte y flojo.
Solamente comentaros que siento la idea que tenéis de mí.No soy tan mala, sólo idiota.
Estimada Marisa,no ha sido mi intensión dañar, aunque creo que la única herida he sido yo.
No sé si llega a tiempo esta disculpa, pero si que la hago desde lo más profundo de mi corazón.
Espero que te desinfectara al estar a mi lado.
Saludos vergonzosos.
Si supiera quien eres, podría contestarte con “conocimiento de causa”, aun así y aunque no me gusta dirigirme a alguien sin saber quien es, te contestaré con el corazón en la mano como pareces estar haciendo tú. Una disculpa siempre llega a tiempo.
Esta poesía no está dirigida a nadie en concreto, está dedicada –como explico al principio- a todas esas persona (demasiadas) con las que nos cruzamos a diario y tras un saludo vacío, lo siguiente que te espetan es que te ven gorda.
Jamás se me ocurriría al saludar destacar los “defectos” de quien tengo enfrente.
¿Te imaginas?
- ¡Hola! ¿Qué tal?
- ¡Bien! ¿Y tú cornudo?
... O ¿Y tú, que tal estás calvo?
- ¡¡Borracho, qué de tiempo sin verte, lástima que te encontré!!
- ¿Sabías que te apesta el aliento?
- ¡¡Pedazo de tochas te han salido con la edad macho!!... y tantos y tantos comentarios como muchos “amigos” merecerían recibir.
Pues al parecer lo de estar gordita, gorda o rellenita, es obligatorio recordárselo al “interfecto”. Como si no tener un cuerpo perfecto fuera delito o no quisiéramos “lucir” maravillosos.
¿Falta de educación? ¿Costumbre estúpida? ¡¡Quién sabe!!
Si te fijas, cuerpos “perfectos” hay pocos… o ninguno, porque salvo algunos ególatras que miran mas el exterior, que los valores humanos de quienes les rodean, pocos están conformes al cien por cien con sus cuerpos. Y salvo en raras excepciones, incluso los “ególatras” aludidos, suelen ser de esos que se operan hasta del apellido y una conversación medianamente inteligente o interesante con ellos, suele ser intento vano.
El cuerpo es la envoltura de la mente y el corazón… vale, y de las tripas; y si en mi caso no es perfecta esa “envoltura”, te aseguro que me importa poco. Lo que me molesta es que me lo recuerden a lo bobo.
Ojala algún día se “erradique” la costumbre, como se erradicó la de ir tapando las vergüenzas con una hoja de parra o la de matar al hermano con quijada de burro.
Si de algo estoy orgullosa de mi persona, es precisamente de mi mente lúcida y corazón tranquilo. De rodearme de quien amo y me quiere, desprendiéndome de quien no merece la pena. Porque muchos de esos comentarios puedo asegurarte llevan veneno disfrazado de sonrisa.
Mi intención con el poema fue abrir un camino a que desaparezca esa “costumbre”; y si tan sólo una vez lo consigo, bienvenido sea.
Si al parecer te das por aludida, como intuyo en tu comentario, lamento no poder aclararte si me hiciste sentir como dices, aunque te explico, que cuando alguien personalmente me hace o dice algo que me molesta, educadamente se lo hago saber en el momento y si puede ser aderezado con ironía, mejor que mejor, aunque mi “fina ironía” no la capte mi interlocutor.
No se si me “desinfectó” estar a tu lado y si no me dices quien eres, nunca lo sabremos ninguna de las dos.
Contigo estoy en “inferioridad de condiciones”; tú sabes quien soy y yo no se quien eres.
Espero haber contestado y resuelto tus dudas y te agradezco el comentario seas quien seas.
Saludos.
Marisa
No se si eres la misma "anónimo" del comentario anterior.
Si lo eres, espero haberte contestado y si no lo eres, me gustaría saber si te refieres a mi cuando incluyes mi propia petición en tu comentario (Se tan respetuoso opinando, como quieres que lo sean contigo).
¿Te parece que no fui respetuosa en algún comentario o escrito?
También me gustaría saber a qué te refieres con "separar la amistad del amor y yo ilusa, no hice caso.
Ahora me quedé sin amigo"
En cualquier caso, te agradezco el -o los- comentarios.
Saludos.
Marisa
Me reitero en mis disculpas.
Es demasiada bonita la vida para que una mochila muy cargada te vaya jodiendo el camino que recorres.Así que voy desprendiéndome de lo que no me sirve, de aquello que me ha dolido o yo haya podido dañar.Y al igual que a tí me gusta rodearme de quien quiero y de quien me ama que a estas altura de la vida es un privilegio poder acceder a ésto, que parece tan simple.
Saludos.
Muchas gracias por tu comentario. Ojala consigas en la vida lo que buscar.
Saludos.
Marisa
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