VEINTE DIECIOCHOS DE JUNIO

VEINTE DIECIOCHOS DE JUNIO

 

Veinte han pasado cariño,

Que te fuiste casi un niño y nos dejabas aquí.

Con el llanto con la rabia,

Con mil preguntas borradas y todo el amor por ti.

 

Hoy que veinte años pasaron, sigo esperando muchacho,

Te marchabas dando un salto, llevando ese gran por qué

Encerrado entre tus labios, hasta que te vuelva a ver.

 

Veinte que volaste incauto, veinte sin tu voz, tu canto.

Con tu bandurria enterrada,

Y las cintas de tu capa que al viento no voló más.

 

Veinte soñando contigo,

Porque amigo, a un gran amigo, no se le olvida en la vida.

Y el día de tu partida duele cual si fuera ayer.

 

Quiero escuchar tus canciones, las que has escrito en el cielo,

La que tu efímero vuelo no borró de mi memoria,

Y en tu mansión en la gloria, aún compones para mí.

 

Veinte, maldito momento,

Que se convirtió en tormento tu decisión de volar.

Dime si crecieron alas en tu corazón dolido,

Y si pudieras mi chico, tornar veinte años atrás,

No volver a hacer lo mismo,

Sabiendo ya lo perdido y lo mucho por ganar.

 

Moto, veinte años después, hace un año no estás solo.

Por sorpresa te llegó, el eco de un ruido sordo,

Un abrazo inesperado, un dolor,

Incierto también voló a contarte sus pesares,

Llevando el dolor de niño, en preguntas incontestables.

 

Descansa rey de la escala,

De las notas de guitarra, que enmudeció en esta tierra.

De la bandurria que suena en mi memoria y mi llanto,

Porque te quisimos tanto, que olvidarte es imposible.

Tú estás en mi corazón, pues para mí, aun no te fuiste.