EL TEATRO DE LA VIDA
Cayó el telón y tras él, la bambalina de ilusiones.
Aún resuenan los aplausos de la última función,
Aplausos, entre pitos, abucheos, desencanto, decepciones.
El actor principal rompe el silencio, callan las flores.
No habrá más representación, ni magia, ni ilusiones… no hubo talento.
La suerte quedó atrás. Bajó el telón, surgió el tormento.
De hielo el corazón, tornó en fatuo esperpento.
Llegó la soledad y en su agonía, vaga la musa torpe, arrepentida.
En fantasma se convierte el último personaje, fantasma de ópera prima.
Como humo de cigarro, el espectro emergió envuelto en cenizas.
Noche eterna. Con ruido de cadenas ruge el miedo, las musas gritan.
Entre las bambalinas, el falso decorado, late en mil espectrales rimas.
Noche eterna de penumbra ardiente y fría.
La inspiración ausente, deja al escritor sin melodía.
No había guion, ni voluntad, ni palabras escritas…
Nuevos caminos. Escarpadas montañas de afiladas aristas,
Valles de lágrimas, amargas lágrimas, sin abrazos ni risas.
Lágrimas de fuego y viento. Cuando se muere el amor… muere la vida.
La vida no es teatro. La vida no está escrita. La vida hay que vivirla.
Sin ligaduras roncas, sin mentiras.
A conciencia y en conciencia, con la conciencia tranquila.
Maldito director, torpes sus manos, por escribir tan torpe sinfonía.
La vida no es guion, no hay partitura, la vida hay que vivirla.
Vivir en amarga soledad, es morir día tras día.
La vida hay que vivirla… la vida hay que vivirla… en compañía.
2 comentarios:
Magnífico, amiga.
Así como dices es y además bien expresado.
Besos
María de Manuel
María querida. Vi este comentario cuando lo enviaste y creí que lo aprobé al instante. Ahora veo que estaba pendiente.
Te mando todo el cariño de dos para dos, puesto que siempre será así: de nosotros para vosotros.
Espero que te encuentres bien y te envío todos los te quiero que necesites.
Marisa y Jose
Publicar un comentario