
Poco a poco iré dejando aquí, casi en forma de capítulos, los aconteceres que sirvieron para desfogar en trovas imposibles el humor innato y descontrolado que la profunda amistad y confianza, desgranó para solaz de quien lo escribe y quien lo lee, con un mínimo sentido de ese humor que tanta falta hace para sobrellevar la monotonía y la carga de la vida.
"La Dama Lacón-Chi", escribió este cuento que tituló:
Triste y desconsolada la pobre niña lloraba, era presa del dolor y nadie la consolaba,
se vio, horrorizada, con bigote barriga
Esta historia, por demás cotidiana, no hace sino confirmar,
ESTE LO HE ESCRITO PENSANDO EN LA CONTESTACIÓN DE LA CONTESTACIÓN, ERES GRANDE MARISA,
BESOS, ABRAZOS Y DEMAS LINDEZAS ( AMÉN)
¿¿¿Ese amén cual dictadura dice: quédate callada???
¡¡¡No habrás tú pensado; cobarde; canalla
Que iba a ser la tuya última palabra!!!
Presa no, ni el fuerte dolor me embarga
ni espero un amor; que estoy bien casada
aunque a cualquier hombre siempre enamorara
por ser lenguaraz, astuta, vívida; taimada
henchida, graciosa, genial y alocada
y no he sido nunca fatua ni marrana.
Ni pellejo de vino, ni cántaro de agua,
ni fuente reseca, ni agua estancada
ni tocino añejo, foca, ni ternera asada…
¡me pintaste un calco a burro con albarda!
Cual la dama boba, como bestia parda,
no hay niña que llora tensa y contrariada
que espera una mano, que nunca llegara.
Demonios y espectros no inundan mi almohada
No sufro por pobre, ni me atraco a esgalla
ni estoy sin noticias tan desesperada
que mato a la Pepa, y que viva la Juana
pues me desgañito si me da la gana.
Nunca engordé veinte kilos… en tan sólo una semana.
Me engorda la dicha, de ser bien amada
y al reír me vierten cantarinas lágrimas
por no ser mi vida, hosca y cotidiana
no enveneno el aire con gas de cloaca
ni dardo es mi verbo cual hojas de acacia.
Pues con este cuento tú a mi no me callas
y si luzco gorda, o es fea mi cara,
si tengo los pechos cual garrafas de agua
me siento tranquila, me siento muy guapa,
me siento en mi silla cuando estoy cansada
y cuando el cansancio me deja extasiada
ni silla ni asiento; me meto en la cama.
Y no me levanto hasta la mañana
con comas, acentos, puntos y mandangas
aviesa y coqueta, empleo la gramática.
Que no hay quién me pare cuando estoy lanzada
no es mi padre dardo, ni es mi madre, la bella Diana
pero acierto siempre como cruel catana
y me veo muy joven aunque peine canas
que escondo coqueta con tinte y macanas
y espero que el tinte no me quede calva.
Estos manchurrones que luzco en la cara
son pecas que un día graciosas pintaban
y mi dentadura, tampoco es barata
pues dientes y muelas también son compradas
por lucir sonrisa y comer con ganas
dulces o salados, carnes… o diez ensaimadas.
Juro no estar triste, ni desconsolada
ni visto pijama, ni estoy despeinada
ni pasan dos meses más, y tres jornadas
y al mirar mi espejo, no veo horrorizada
que tenga bigote, ni barriga hinchada.
El aire no es amo, de amor en distancia
ni esbelto mi talle; soy más bien retaca
mi historia es sencilla, mi vida calmada.
Sosiego pesares y envío a paseo… a quien me estomaga
mil momentos buenos, secaron mis lágrimas
Ni rompo las fotos, ni quemo las cartas
ni cambio a mi amor por la vida sana
ni cimbreo al aire porte de gran dama
y no estoy cheposa, vieja, ni agachada
pues cuando te pille, te dejo eslomada
y ahora pongo AMÉN; pues me da la gana.
Tras recitar tamaña… PARIDA y necesitar esnifar una botella de oxígeno con hielo, te envío miles de lindezas, galanuras y pinceladas de cariño rimbombante.
Este sólo fue el principio, en breve si es vuestro deseo continuará aquí la historia de aquestas damas, de lenguaraz pluma y lengua bífida y muy... afinada.