JUVENTUD DIVINO DESPROPÓSITO
Pasaban los días, las horas, el verano.
Pasaron los sueños, las ganas, los besos.
Queda en poso el recuerdo de días inciertos.
De sueños dormidos; de los sentimientos.
Verano de locuras sin sentido.
De sentido y sentido, de miedos ruines.
De juegos sin sentimientos de derechos sin deberes,
de ganas de diversiones sin saber lo que a sus casas,
Llevan de cieno, de fuego y callada muerte.
¡No soporto mascarilla! ¡Quedarme en casa no quiero!
No es mi deseo cuidarme de un mal que ni sé, ni veo.
Mi único mal es oírte diciendo lo que no quiero.
Escuchar desde tus labios ¡ya eres mayor!
Hazme caso, soy tu abuelo…
Pues yo me siento inmortal,
Mi juventud es tu reto, no vas a poder conmigo,
Eres mi esclavo, mi siervo, cuídame, soy tu tesoro,
Y pagaré tus desvelos trayendo a casa en millones,
Virus que ni veo, ni siento.
Y llegó el ¡Ay, que no quise! Ahora que te veo enfermo,
No hay fuerzas para cuidarme,
No me cocinas ni lavas, voy asqueroso en aspecto.
No sé cuidarte y cuidarme, tú me has dado todo hecho.
Alimentaste un monstruito, y sólo te echo de menos,
Al perder a mi criado ¡qué fastidioso mi abuelo!
De pronto tendrás conciencia, vendrán los remordimientos,
Cuando tus algarabías, se llevan a tus abuelos,
Quizás también a tus padres, o tu mismo estarás enfermo,
Quizás con graves secuelas en la mente y en el cuerpo,
Y maldecirás con fuerza no haber escuchado a tiempo,
Los consejos que no oías, pensando que eras el dueño.
De tu vida, tu salud. Dueño tan del universo,
Sin ver que la juventud no es hacer cada momento,
Lo que tu voluntad dicte, cumplir todos tus deseos.
Que ahora por tu inconsciencia, tus mayores están muertos.
Sabrás lo que es trabajar para ganar tu sustento,
Para costear los caprichos que ellos te daban contentos,
Y a cambio no devolvías, siquiera un gratis “te quiero”.
Comprenderás cuan injusto, fuiste en toda tu existencia,
Sin apreciar sus desvelos, su cariño su paciencia,
Para dejarte tranquilo hacer lo que tú quisieras.
Hazlo ahora, pero tú solo, aprende a vivir a solas.
Aprende a echarles de menos.
Aprende aunque sea muy tarde,
Que por tu culpa murieron.
Envueltos en soledad, los que tanto te quisieron.
AFORTUNADAMENTE
NO TODOS LOS JOVENES SON IGUALES