26-01-2013
Ya se murió “Sor Mentira”,
ya se murió este mal bicho
¡Cuántas vidas tan felices
si esta malvada mujer jamás hubiera nacido!
Ya se murió “Sor Infamia”,
llevó a su tumba el secreto;
La angustia de tantas madres
que sufrieron tras el parto
El dolor de que sus hijos
por ella fueran robados.
Guardó el secreto cobarde de
cómplices que vistiendo hábito
con llanto y sangre de
infantes eterno tendrán manchado.
Ya se murió “Sor Desprecio”
amparada en una cruz
que lució colgada al cuello,
provocando el sufrimiento
de mujeres que al parir robó
el fruto de sus sueños.
Ya se murió “Sor Vergüenza”;
la que no tuvo al vestir toca sobre su cabeza
Y hábito de monja infecta
que en vez de ser repudiada
Por acciones tan funestas,
fue guardada entre algodones
Custodiada incluso muerta
Para evitar la deshonra que
una mujer de la iglesia
Fuera juzgada en la tierra.
Si en nombre de Dios vestía
hábito de monja infame
Sólo espero que ese Dios, le
haya mirado a los ojos
Y ahora sus sucios despojos
no alcancen la gloria eterna
Como tampoco la alcancen los
que robaron con ella
Mucho más que objetos yermos
o dineros y caudales
Pues sustrajeron las vidas de niños padres y
madres
Esta monja sin entrañas, sin
conciencia, de alma impía
Sin que nadie lo impidiera
destrozó miles de vidas
Oculta bajo una toca y un
tratamiento de monja
Que a ultranza la
escondería.
Es para perder la fe en esta
iglesia malsana
Que en vez de darle el
castigo de haber sido repudiada
La ayudaron a ocultarse, no
ya de justicia humana;
La ocultaron cuando muerta y
en secreto fue enterrada
Para que nadie a su paso
pudiera en rabia gritarla:
¡¡Ya está muerta “Sor
Infamia”!!
Mira a tu Dios a la cara y
vagues la vida eterna sin descanso ni alabanza; que fuiste mala persona y
sierva de Dios nefasta.
Pues que cobarde engañabas;
a mujeres parturientas
Para a tu antojo vender el
fruto de sus entrañas
Pues las tuyas eran yermas,
mujer o esposa frustrada
Que bajo hábito de monja,
escondes alma y fiereza de la peor alimaña.
Yo nunca podré creer en el
mismo Dios que tú
Que en tu pecho había una
cruz mientras cometías tus males
Y dices que en nombre de Él,
robas niños a sus madres
Por dárselo a otra mujer a
cambio de unos caudales.
Ahora dudo y no me creo que
en realidad esté muerta
Creo más que está despierta
y escondida a buen recaudo para que ella viva en paz y diciendo que está muerta
nadie la podrá juzgar.
Porque nadie ha visto el
cuerpo, ni cortejo, ni ataúd;
Ni reproches de mujeres que
una vez dieron a luz
Y el diablo con manto y toca
y sus compinches galenos
Quedaron como los buenos sin
castigo y con virtud.
Paga tus culpas, maldita,
ardiendo en infernal llama
Sin descanso ni oraciones
que pudieran salvar tu alma.