Orgullosa de mi pueblo a todo el
mundo le cuento
Que hay dos iglesias en él,
nacionales monumentos
Que Iluminadas de noche, de día acarician
el Cielo
Dos centenarios emblemas y ahora una se
está cayendo.
No culparé al que administra los
dineros en el pueblo,
ni al párroco que predica, pero sí
denuncio el hecho
que hoy no es demasiado tarde, pero
no tardará en serlo
pues ya vemos los ladrillos, que uno
a uno van cayendo
Culpo a las instituciones que no
sueltan el dinero
gastando todo su tiempo en malditos
papeleos
y si no ponen remedio el derrumbe
será un hecho
por no reparar el daño como hicieran
con San Pedro.
Alaejos, empieza a actuar, o la
burocracia necia
demorando en demasía, cuando decida firmar
la iglesia de Santa María agotada de esperar
hará sonar sus campanas, recio, para
protestar
que se alcen ya los andamios desde el
suelo a la veleta
y acudan los jornaleros para tapar tanta grieta.
No queremos que la herencia que
tantas generaciones
Nos han podido legar, sean un montón
de escombros
Y otra vez seamos famosos y noticia
nacional
Por dejarnos sin iglesia, maravilla sin
igual
Que a nadie, salvo a este pueblo, poco pareció importar.