domingo, 13 de noviembre de 2011
CARMELO FELICIDADES
Sé bien que no te interesa
te conmueve ni te embarga
que siga esperando un “Pó” esta Gadisoletana
que se enganchó a tu locura
a esa familia de farsa
que para El Blog de Carmelo
cada jornada inventabas.
No sé si tu cumpleaños
es también fecha inventada
pues como otra no me ofreces
es la que tengo apuntada
y un año más mis deseos
de felicidad no escasa
vengo a dejarte plasmados
y rogarte en desespero, que retomes tus falacias
Tu gaditanismo puro
tu sapiencia y tus andanzas
que en esta tierra de locos
con tanta gracia contabas.
Un año más te repito, aunque me llames pesada
que soy presa de tu ausencia
de tu escribir y de tu habla
Te echo de menos Carmelo,
No me quedes con las ganas.
sábado, 12 de noviembre de 2011
HIEDRA
domingo, 30 de octubre de 2011
QUERIDO PADRE (Justo antes de partir)
QUERIDO PADRE
Justo antes de partir
No sé cómo decirte que te quiero, Sabiendo que no entiendes mis palabras.
Sabiendo que no sabes lo que sabes, Porque no te pronuncias; sólo callas.
Ya tiempo que no resuena, el martillo sobre el hierro,
Ya tiempo que no soy niña; pues ya pasó, pasó el tiempo.
Olvidaste lo aprendido a lo largo de tu vida
Porque pasó, pasó el tiempo y se llevó tu sonrisa,
Tus recuerdos, tus caricias… el aroma de tu pelo
El sabor de tus palabras, más no el roce de tus besos;
los te quiero que me das siempre, aunque callas.
Tu huella será perpetua, mi amor por ti de agua mansa,
Lo llevaré eternamente, será mi guía y mi calma.
No sé si sabes a quien miras cuando me miras,
no sé si escuchas, ni por qué no hablas,
no sé si sufres o simplemente ignoras,
no sé si quiero, saber todas esas cosas.
Quisiera ser tu voz y tus sentidos, quisiera ser la luz que te alumbrara,
Quisiera ser la mano donde asirte, y volverme a mirar en tu mirada.
Esa mirada fuerte, esa voz desgarrada, esas caricias ásperas y dulces,
Ese saber que soy tu niña amada.
Se ha perdido tu mente entre algodones, la fuerza de tu voz y tu mirada.
La fuerza de tus manos, tus caricias, del brazo que abrazó mi tierna infancia.
Contigo soñaré por no perderte, te quiero, escucharás cada mañana.
Yo seré tu memoria y tus recuerdos. Quiero ser para ti, tu voz, tu calma;
La niña que te adora y adorabas.