Treinta y seis años que un
día, como hoy gozosa esperaba
Que amaneciera el siguiente;
de blanco salir de casa
A convertirme en tu esposa;
casi niña ilusionada.
Años llenaron la vida, que
aquel día siete de mayo
Ante el altar, casi niños con
gran amor comenzamos.
Casi niños y hoy abuelos;
abuelos y hoy jubilado
Tú a mi lado y yo a tu vera,
lo malo y bueno pasamos.
Tal como ese primer día,
cariño, te sigo amando.
Ya no soy niña, ni guapa; tú
no eres joven lozano;
Yo a tu vera envejeciendo;
tú a la mía, amor; callado.
Miramos atrás y vemos, lo
mucho que hemos logrado
Recordamos con anhelo a los
que fueron marchando
Dejando huella infinita, en
el alma y en nuestro ánimo
Pero juntos vida mía; tú a
mi vera, yo a tu lado
Vimos crecer a las niñas,
tres soles, rosas y nardos
Un día volaron del nido, ¡Qué
solo se iba quedando!
Nuestras hijas amor mío,
también sus nidos formaron
Y al nuestro llegan gozosas
¡Que su ausencia no haga daño!
Nos traen alegría y risa; la
luz de Lucía llegando;
Amor, que bonita es la vida;
envejecer de tu mano
Y respirar como siempre: yo
a tu vera y tú a mi lado.