LA BUENA GENTE
Aquel que
da lo que tiene sin mirar quien lo disfruta
que
evitando las disputas en chismes no se entretiene.
El que con
una sonrisa evita la mala cara
nunca
esconde la mirada y escuchar no le da prisa.
Quien da
consejos y anima al que está en un mal momento
aliviando
el sufrimiento de todo el que se le arrima.
No critica
al convecino ni se inmiscuye ni afrenta
nunca habla
más de la cuenta no es haragán; no es mezquino.
Yo le busco
como amigo para darle confianza
para
compartir la chanza y que esté siempre conmigo.
Aquel que
en estos escritos vea su reflejo certero
que sepa
que el mundo entero ha de estarle agradecido.