22‑08‑1987
AMOR DESESPERADO
Yo
me quedé prendida en tu mirada
sin
poder resistir el fuego de tus ojos
y
te esperé impaciente hasta la madrugada
por
mirarte de cerca, sin miedo y sin sonrojos.
Tu
caminar sereno me enloquece
saber
que no eres mío enturbia mis sentidos
al
pensar que tu amor ya no me pertenece
porque
fuimos juguetes de un cruel destino.
Mis
ojos surcados de profundas ojeras
como dos grandes lagos de mirar sereno
tu
desdén me corta como agudas tijeras.
No
consigo poner a mis sentidos freno.
Querer
y no poder acariciarte
sentir
y no sentir lo que yo siento
cambiar
de parecer a cada instante
y
olvidarte no puedo ni un momento.
Prueba más que
fehaciente: Además de escribir verdades, también puedo inventar sentimientos en forma de poema (o novela). Nunca existió tal
“Amor desesperado”. Escribí esta poesía viendo pasar un borracho mientras
esperaba a unas amigas en la plaza. Agarré una servilleta de papel y sobre la marcha la
escribí antes de que él desapareciera de mi vista.
Ironicé “Prendida
en tu mirada” porque él la llevaba perdida.
“Tu caminar sereno
me enloquece” porque el hombre caminaba muy inestable debido a su embriaguez.
“Mis ojos surcados
de profundas ojeras” porque las de él llegaban a su
ombligo.
“Tu desdén me corta
como agudas tijeras” Evidentemente
ni me miró; ni falta que hubiera hecho.
“Querer y no poder
acariciarte”… Me pareció un bonito final
para un poema tan mentiroso.