5-3-2004
Nadie en el bosque sabía
Por qué estaba triste el hada
Y todo el mundo decía;
¿Será que está enamorada?
Pero el hada en su burbuja
Sufría con desconsuelo
El hechizo de una bruja
Envidiosa, fea y sin pelo.
Tenía la nariz muy larga
Con verrugas igual que guisantes
Las uñas como las garras
Y unos dientes repugnantes.
Los gnomos y los elfos pretendían
Que la bruja la librara del hechizo
Y encontraron en la cueva en que vivía
A la bruja preparando un bebedizo.
Al mirarles llegar saltó enfadada
Tropezando cayó sobre el caldero
En la lumbre se sentó; quedó atascada
La vieja se quemó todo el trasero.
Ayuda les pidió; mas no la obtuvo
Hasta que prometió librar al hada
la bruja con maldad quiso y no pudo
Empañar la belleza de su alma.
La bruja en su cueva y sin sentarse
Permaneció largos meses enfadada
Pues no logró su hechizo y malas artes
Robar el corazón y hermosura del hada.
La fealdad de una bruja jamás empañará la belleza de un hada.