
19-09-1998
EL ASALTO DE UNA DUDA
Me asaltó ayer una duda,
que no puedo descifrar,
espero con impaciencia,
quien me lo pueda aclarar.
Disfrutaba muy tranquila,
bien sentada en mi sofá,
de una corrida de toros,
y un torero magistral.
Que, enfundado en aquel traje,
y viéndole torear,
me acució angustiosa duda;
la que vengo a plantear.
Pensé si delante el toro,
con ese miedo que da;
con un traje tan ceñido,
¿se podrá ventosear?