30‑01‑1990
EN EL V CENTENARIO
Quiero decirte Señora, cómo te quiere Alaejos,
cómo te echamos de menos, si estamos tus hijos lejos,
cómo siempre te pedimos, que se apaguen nuestras penas,
porque eres nuestro consuelo y la patrona más buena.
Virgen Madre buena, Virgen milagrosa, de entre las mujeres, tú la más hermosa.
Te tiene Alaejos por Madre y Patrona, todos te amamos bendita Señora.
Hoy Virgen de la Casita, aquí vengo con amor,
a entregarte aquí, en tu ermita, mi amor y mi corazón.
A decirte Madre buena, que deseo tu calor,
pidiendo que me protejas y me des tu bendición.
En momentos de amargura, si me invade la tristeza,
pienso en ti, Madre querida y siento que me consuelas.
Creo que estoy junto a ti, en tu ermita, en tu pradera,
postrada ante ti, se apagan todas mis penas.
Tu rostro dulce sonríe, me coges entre tus brazos,
acaricias mis cabellos, pones un beso en mi frente,
me hablas despacio al oído y me duermo en tu regazo.
Sueño que soy muy feliz, que me abrazas tiernamente.
Hoy el quinto centenario se viene a conmemorar,
todo el pueblo de Alaejos te ha venido a visitar,
Unos portándote en hombros, otros te van a bailar,
pero todos han venido, nadie ha querido faltar.
En mi pecho permanente, guardo para ti un altar,
para que mores en él como si fuera tu ermita,
Vivo para adorarte. Madre, tú toda bondad,
y decirte cada día: te quiero, mi Chiquitita.