¿A quién pudo hacerle daño
que nuestra fuente del “Caño”
Luzca lozana y hermosa?
Sólo pienso que la cosa, ya
no es cosa de gamberros
Pero sí de hijos de perros
que el patrimonio destrozan
Amparados en la sombra o que
“El Caño” está muy lejos.
Ojala den con los huesos del
que hizo la fechoría
Para que a la luz del día
nos den cuenta de sus cuitas
Y si fueran de psiquiatra
buscaremos entre todos
Cómo sanar su cabeza; o
enterarnos con certeza
Del porqué de sus inquinas.
Por no culpar a los padres
por la educación de mierda
Que les dan a estos chavales.
Y es que va contra natura lo
que hacen estas criaturas
Dando contra su tejado, pues
de todos es el pueblo
Que ellos están mancillando
Sin beneficio ni gloria pues
que lo hacen a escondidas
y callan sus fechorías porque
saben que es deshonra.
Si no es por vanagloriarse;
y no hay ganancia ni lucro
Tampoco tienen escrúpulos,
ni corazón estas gentes
Ni principios, ni moral…
Habrán de pagar su mal; y si
es posible con creces.
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