RUGEN LOS
MOTORES DE PINGÜINOS
Rugen los
motores de las motos,
Al compás
del corazón de los moteros
Inundan la
ciudad con sus cacharros,
El asfalto
en su rodar desprende fuego.
Fuego que
en antorchas como soles
Iluminan
la noche y la calientan
Recordando
a quien se fue maldita suerte;
En el asfalto
que amó hallaba la muerte
Y en nubes de algodón eterna carretera.
Y un año más, kilómetros
por miles su camino
En busca
del encuentro con su gente
En busca
del abrazo del destino
Que el
veneno de la moto nunca es diferente.
Ni cada
año es lo mismo.
Pucela
viste de gala, abre sus brazos amigos
Por ver
llegar año a año, a sus moteros Pingüinos.
Sopas de
ajo en las hogueras
Calientan
el cuerpo, despejan la niebla;
Música,
risas, no importa si el frio en esta Castilla hiela.
Trajes de
cuero, guantes, bufanda
Abrazo
amigo, noche en la carpa.
Acabada la
reunión, otro año más, despedidas
Con
promesas no cumplidas
de llamar
de cuando en cuando,
del
próximo año volver, cumpliendo así con el rito
de juntos acampar,
en el mismo lugar, y en este mágico sitio.
¡¡QUÉ FRÍOOOOO!! |
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