jueves, 21 de marzo de 2019

IMPOTENTE Y DESESPERADA

Ingresado para implantarle un Marcapasos- Julio 1989

En el día de la poesía publicaré ésta que dediqué a mi padre en 1989, entonces él tenía 60 años (hoy tengo 62).

Cuando se la escribí, mi padre atravesaba por muy malos momentos de salud y la oculté hasta ahora. Nunca hubiera querido que él supiera mi pena al verlo tan débil; tan frágil. Además del cáncer de garganta del que fue operado el 25/10/1978, que truncó su preciosa voz, a los 48 años, y que, sin su voz, nunca fue él mismo. No le gustaba escucharse, temía que su futuro nieto, (estaba embarazada de Laura), no iba a quererle por hablar así… Mis hijas siempre lo adoraron y él, lo supo.

En 1989 su corazón comenzó a fallar y con él, las fuerzas de mi adorado padre. Él había sido el más fuerte, el más guapo y el mejor del mundo. Ver su decadencia, verlo tan mayor, me horrorizaba porque pensaba que ya se me iba. Aún lo tuve 22 años a mi lado.

Te quiero mi estrella. Te quiero Sebito de mi alma. Te echo de menos cada día. 21/03/2019



18‑08‑1989
IMPOTENTE Y DESESPERADA

¡Qué triste sonrisa veo! Qué triste estoy por ti,

Siento mi alma dolorida cuando te contemplo así.

 

Se te fue la juventud, tu vida ya se agarrota

Las fuerzas no te acompañan, se adivina tu derrota.

 

Aquella mata de pelo negro, que tantas veces tuve en mi mano

Se fue trocando poquito a poco, ya vas perdiendo hasta el pelo cano.

 

Te veo, lloro calladamente, no me resigno a mirarte así,

Te me vas yendo poquito a poco, padre, no quiero vivir sin ti.

 

No sé expresarme como quisiera, no quiero que leas mis pensamientos,

Que nunca sepas que tu pequeña, sufre por verte tan envejeciendo.

 

Siempre has sabido cómo te adoro, ni te imaginas lo que te quiero,

al verte frágil como el cristal, no sabes cuánto me desespero.

 

Perdona padre si pienso así, me asusta verte tan delicado,

aunque no puedo darte mi vida, quiero tenerte siempre a mi lado.

No hay comentarios: