Bien sabido es por quienes me leen, que
tanto en prosa como en verso empleo muchas horas escribiendo lo que me sale del
alma, y del alma me sale afortunadamente mucha alegría, buen humor y ganas de
vivir haciendo la vida feliz de cuantos me rodean.
Al quedar escrito, puedo demostrar y
mostrar fehacientemente estantes llenos de poemas; lírica y prosa repletos de
momentos felices, penas que la vida regala, alegrías, e incluso críticas o
apoyos, opiniones, al momento en que vivimos.
Indudablemente, entre esos montones de
escritos, los hay de desencanto o contrariedad. No iba a ser yo la excepción que
ve este cruel mundo siempre maravilloso.
Me siento afortunada porque en mi vida
los días sosegados superan con creces a aquellos en que alguien con vete a
saber qué intención, se inmiscuye en la intimidad de mi corazón para perturbarlo.
A fuerza de golpes, a fuerza de callar
mientras les escuchaba decir que no callo, no me quedó otro remedio que resguardar
mi amor y respeto hacia los que amo y me aman bajo una coraza forjada a base de
golpes de martillo que me protege y me ayuda a dejar fuera esos intentos de
asalto y para reforzarla, cada vez que una flecha de su rencor hace una leve
abolladura, mi martillo es la pluma y mi bigornia el papel donde desahogo la
amargura que emponzoñada rozó mi coraza.
En marzo de 2010 cuando mi vida atravesaba
por uno de esos momentos de calma y dicha, el verdugo de turno con el rostro
cubierto de cobardía, arremetió contra mi atalaya dejando como huella leves
rasguños en mi ánimo y enormes destrozos de rabia en el suyo causados por el
contraataque de mi indolencia hacia esos injustificados lances.
Cuatro fueron mis poemas escritos en legítima
defensa aquel día marceño y otro más unas jornadas después, cuando ondeaba de
nuevo en mi torre la bandera bordada con un nuevo signo de victoria. Mi defensa
es desahogar la pena o la rabia y que huyan los intrusos vencidos de
indiferencia.
“Maldad” es el primero de los cinco. Mañana
más.
17-03-2010
MALDAD
Dos ojos que a la vez
Miran la vida frente a tus ojos,
No ven los cuatro la vida con idéntico matiz,
Dos la ven sin empañar
Dos pretender engañar y lo malo es conseguir,
Manipular sin decoro; pues su verdad es
mentir.
Disfrazar la verdad es tarea fácil,
Si pretenden dañarte con encono,
Tiñen la realidad sin inmutarse,
Y acomodan la historia a su antojo.
“Que aunque la casa se queme
El humo se quedó dentro”…
Yo quiero que el humo salga,
Que se enteren que me quemo,
Así sabré los amigos, que en realidad poseo,
Pues no es lo mismo amistad,
Que simple conocimiento.
No quiero en este momento,
Que nada enturbie mi dicha,
He de gritar lo que siento,
Que se borre mi tormento,
Y su
maldad sea al fin vista.
Y si grito mi verdad,
Que nadie me haga callar,
Que el silencio es más tormento,
Cuando sé que hay por ahí,
Quien para ofenderme así,
Lavan su cara mintiendo.
Dignos de lástima, es cierto,
Son aquellos que así actúan,
No son felices y visten,
Su frustración o su envidia,
Contra quien en esta vida,
Jamás se metió con ellos.
2 comentarios:
Sigue escribiendo amiga.
Me llegan tus palabras y me gustan.
Besos
Gracias guapa!!!! Tenemos mucho en común!!!!
Besotes
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